La cocina francesa es mundialmente conocida por su sofisticación y elegancia. Esto en gran parte se debe a su repostería, rica en sabor, dulzura e historia.El ecláir es un dulce de la pastelería clásica francesa, cuyo origen se remonta al siglo XIX. Según diversos historiadores gastronómicos, el ecláir fue creado por el pastelero de la familia real, Marie-Antoine Carême.
El término ecláir se traduce como rayo o relámpago por su forma alargada y delgada, pero también eran llamados "petite duchesse” o pequeña duquesa, en honor a la menor de los integrantes de la familia real.
Su receta es a base de una pasta choux, que no es más que una masa ligera con leche, huevos, harina y mantequilla, y que por su ligereza es ideal para rellenar.
Los ecláir originalmente viene rellenos de chocolate o de crema pastelera y cubiertos con ganache de chocolate. Los tiempos han modificado la receta y ahora se encuentran de diversos sabores; rellenos de crema de café, crema de pistachos o frutas y revestidos con glaseado de caramelo o cremas de licor.
Son tan memorables los éclair que tuvieron protagonismo en la última cena del Titanic, como parte del postre. Esta cena le hacía honor a la cocina francesa fue diseñada por Auguste Escoffier, el chef más influyente de esa época. Otro dato curioso sobre este postre es que cada 22 de junio se celebra el Día del Ecláir de Chocolate en Francia para conmemorar uno de los postres más emblemáticos del país.
En la Parisienne los puedes probar desde el mas clásico de chocolate, de plátano, de vainilla, de naranja, de violeta y de pistacho.